Hace unos meses os explicábamos en nuestro blog en que consiste un test Blowerdoor, una técnica poco conocida entre los usuarios pero muy útil para obtener información sobre qué está ocurriendo en la envolvente de nuestra vivienda.

Como siempre es más fácil verlo para entenderlo hoy os traemos un caso práctico para que veáis una aplicación concreta de este test.

Los propietarios de este piso se pusieron en contacto con nosotros porque notaban una corriente continua en su casa que no sabían de donde procedía pero que les generaba una incomodidad permanente, además con un bebé en casa el peligro de resfriados era real y continuo.

Con lo que nos habían narrado en mente procedimos a realizar el test Blowerdoor en su vivienda. Para ello se cierran todas las ventanas de la vivienda, se sella la campana extractora y los equipos de ventilación se apagan y se sellan, además de apagar la caldera. Una vez hecho esto se coloca en la puerta de entrada a la vivienda el equipo de medición que veis en la foto que lo que hace es generar una corriente de aire que induce una depresión dentro de la vivienda para “obligar” al aire a entrar del exterior al interior.

Con esa depresión de aire una compañera desde el exterior genera humo con una máquina para de esa forma localizar, de un modo muy visual, desde donde se generan las entradas de aire-humo. Podéis verlo claramente en el siguiente vídeo.

 

Mediante este sistema y revisando todas las posibles entradas de aire se acabó descubriendo que el aire entraba a través de la unión de las acometidas en el falso techo que se colaba a través de las luces empotradas en ese falso techo.

Una vez cerrado el boquete las mediciones de caudal se redujeron a niveles confortables para la ocupación de la vivienda y para su correcta aireación y los propietarios pudieron por fin, con una mínima intervención y gasto, volver a disfrutar con tranquilidad de su vivienda.